Hotel Riad Thycas Marrakesh

Me alojé en un riad encantador durante mi estancia en Marruecos. Estaba ubicado en un callejón muy cercano a la plaza principal en el centro del casco antiguo. Era lo suficientemente cerca del centro para explorar fácilmente la ciudad, pero lo suficientemente tranquilo para relajarme después de un largo día de trabajo. La habitación era espaciosa y estaba impecablemente limpia, con una cómoda cama y un baño privado. El servicio fue excepcional, el personal era muy amable y servicial en todo momento. Además, el desayuno era delicioso, con una amplia variedad de platos marroquíes para elegir.

Hubo algunos ruidos por las noches debido a otros huéspedes, lo que dificultó mi descanso adecuado en algunas ocasiones.

La amabilidad del personal. Buena ubicación cerca de la plaza Jamaa el Fna. Habitaciones espaciosas y bonitas. Desayuno rico y abundante. Terraza amplia con vistas a la medina. Zona tranquila. Posibilidad de reservar tours y transporte desde el riad. Curso de cocina disponible. Propietaria y empleadas amables y educadas.

Nada, ninguna queja.

El personal es muy atento y amable. La ubicación es céntrica pero requiere recorrer algunos callejones. Nos imprimieron las tarjetas de embarque sin cobrar. Muy recomendado.

Este hotel está en una ubicación excelente en el corazón de la medina, lo que hace que sea fácil moverse por la ciudad. Además, está bastante cerca del centro y en un callejón, lo cual lo hace tranquilo y alejado del caos de la ciudad.

No hay nada que no me gusta.

Qué estancia tan agradable tuve en este encantador alojamiento! Desde el momento en que llegué, me recibieron con una calidez excepcional. El personal es muy amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar en todo lo que necesitaba. Además, me encantó la ubicación tranquila del hotel, en una zona pintoresca lejos del bullicio de la ciudad.

No encontré ninguna falla en este hotel. Todo estuvo perfecto.

Mi estancia en el Riad Thycas en Marrakech fue maravillosa. A pesar de estar un poco alejado, apenas tardaba 10 minutos en llegar a la plaza. La habitación era preciosa y cómoda, con un radiador para los meses más frescos. El desayuno era abundante y delicioso. Pero lo mejor fue la atención del personal, tanto Karima como Carlos y Fátima fueron encantadores y siempre dispuestos a ayudar. En resumen, un lugar estupendo para hospedarse en Marrakech y sentirse como en casa. Aunque encontré algunas pequeñas deficiencias en el mantenimiento de las instalaciones, no afectaron mi experiencia en general. Recomendaría este riad a otros viajeros.